A las modificaciones incorporadas al cachopo original, se suma el lomo de cerdo, convirtiendo al cachopo de lomo en otra de las variedades que se elaboran.
Como no podía ser menos, también el cerdo tenía que aparecer como ingrediente en la variación de un plato así, ya sea con lomo adobado o no, pero sustituyendo a los filetes de la concepción original.
Seguramente se trata de una de las carnes con un consumo mayor por parte de la población europea. Como no podía ser menos, en caso de plantearse una posible variante en un plato que utilice filetes como base, el cerdo tenía que aparecer de forma casi imprescindible, dando presencia de esa forma al cachopo de lomo.
El cerdo es un animal del cual se dice que se aprovechan hasta sus andares, y para el caso que nos ocupa, la parte del cerdo a utilizar son los filetes de su lomo. Como en el caso del pollo, al tratarse de filetes de un tamaño inferior, suelen darle también al conjunto un tamaño inferior que el de su hermano original.
La utilización de dos piezas de filete de un tamaño inferior, también le aportan al conjunto una consistencia mayor, por decirlo de alguna manera, como ocurre con el caso del pollo, el cachopo de lomo también podría ser menos suave que el cachopo de ternera. Aunque para esto, claro está, hay gustos de todos los tipos.
Para esta elaboración se sustituyen, como decíamos, las dos piezas de filete que envuelven al relleno. Manteniéndose comúnmente el relleno de queso y jamón. También suele mantenerse el acompañante de patatas fritas y pimientos, muy presentes siempre en las guarniciones de los cachopos.
Por lo que respecta al lomo, puede encontrarse el cachopo de lomo adobado, o de otro modo, puede optarse por piezas de carne sin adobar, lo cual influye, claro está, en su sabor.
